La Formación del Auditor
La principal función que la Auditoría de Cuentas Anuales
desempeña en la sociedad es la de permitir a sus integrantes que tomen
decisiones sobre bases más sólidas al hacerlo a partir de una información
financiera a la que se le ha dotado de credibilidad.
La Auditoría Financiera es un proceso complejo cuyo
resultado final es la emisión de un informe en el que una persona, a la que se
le denomina auditor, expresa su opinión sobre la razonabilidad con la que las
Cuentas Anuales de una empresa expresan la imagen fiel de su patrimonio neto,
de su situación financiera, del resultado de sus operaciones y de los flujos de
efectivo obtenidos y aplicados en el período examinado. Los dos elementos clave
para llevar a cabo la tarea de auditor, y, por tanto, necesarios para formarse
en esta materia son: la evidencia (aspectos de carácter técnicos) y la ética
(aspectos personales).
En general, siempre que se expresa una opinión son
necesarias dos condiciones: tener una situación sobre la que opinar y marcar un
punto de referencia. En Auditoría, la situación sobre la que opinar la
constituyen los hechos contables y demás operaciones ocurridas en la empresa e
incluidas en las Cuentas Anuales y, el punto de referencia lo constituye la
imagen fiel en los términos que así lo entienden los Principios y Normas
Contables. Pero como el auditor actúa en un momento posterior a aquél en el que
ocurrieron los hechos, necesita obtener evidencia de ellos mediante la
aplicación de los denominados procedimientos de Auditoría. Por último, una vez
obtenida la evidencia, estará en condiciones de evaluarla para emitir la
opinión.
Por tanto, el elemento que centra y coordina este proceso es
la evidencia de Auditoría, ya que, como decimos, es necesario tener un elemento
de prueba sobre lo ocurrido en la empresa.
Otra característica fundamental de la Auditoría (o proceso
de Auditoría) es que el auditor tiene que ser una persona que reúna unos
atributos especiales, porque de otra forma su opinión no tendría el importante
peso específico que la sociedad le otorga. Por ello es muy importante que reúna
una capacidad profesional tal que le permita obtener una verdadera evidencia y
realizar una adecuada evaluación de la misma, para que sea una base real y
verdadera, y pueda así fundar y formarse un juicio adecuado.
En definitiva, podemos señalar dos elementos como los
esenciales a la hora de definir la formación básica del auditor:
- Aspectos de carácter técnico, es decir , los necesarios para el desarrollo del proceso de la obtención de la evidencia de Auditoría y su posterior evaluación.
- Aspectos éticos. El auditor, es decir, la persona que reúne las características necesarias para efectuarla.
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